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Un camino a ciudadanía: La historia de María y su aplicación VAWA

Junio 26, 2023
  • Inmigración Individual

por Kasey Husk

El mes pasado, hablamos acerca de cómo Eagan Immigration puede ayudarle encontrar un camino para pasar de ser inmigrante indocumentado a ciudadano de los Estados Unidos lo antes posible.  

Eagan se especializa en encontrar posibilidades donde otros abogados solo ven obstáculos. Hemos guiado con éxito a muchos clientes en obtener su ciudadanía a través de varios tipos de visa, entre ellas, aquella visa destinada para las personas que han sido víctimas de la trata de blancas o el tráfico humano, así como de como otra clase de crímenes en los Estados Unidos.  

Somos reconocidos por nuestra experiencia en la elaboración de auto-peticiones con base en el Acto de Violencia Contra las Mujeres (VAWA por sus siglas en inglés). Este tipo de petición les permite a las personas indocumentadas aplicar a un estatus legal en los Estados Unidos en caso de haber sido violentadas física, psicológica o sexualmente por su esposo o padre ciudadano o residente, o su hijo adulto ciudadano, sin necesidad de la aprobación de su agresor. 

¿Pero cómo funciona una petición VAWA? Les presentamos a “María”, quien comienza a navegar su propio camino como inmigrante indocumentado para convertirse en ciudadana de los EEUU.  

PRIMERA PARTE 

María, nacida en México y de 48 años, vino por primera vez a los Estados Unidos cuando tenía 20 años para encontrar un trabajo que le permitiera apoyar su familia en casa. Unos años después, ella conoció y se casó con su esposo, Juan, con quien tuvo tres hijos. Lamentablemente, María tiene muchos problemas con su hijo mayor, Miguel, quien ahora tiene 23 años. Desde los 15 años, Miguel ha tenido problemas en la escuela, faltaba sus clases tan a menudo que María tuvo que ir a la corte, pues en el estado donde vive, los padres deben responsabilizarse por las faltas escolares de su hijo. A Miguel nunca le importó cómo hacía sentir a su madre. Cada vez que María intentaba hablarle, Miguel la insultaba, se iba a su habitación y cerraba la puerta de golpe, otras veces simplemente la ignoraba por completo. 

Miguel se niega ayudar con las tareas de la casa o a contribuir financieramente incluso luego de haber abandonado la escuela. María tenía la esperanza de que, si se era lo suficientemente paciente, Miguel superaría su comportamiento cruel. Por desgracia, las cosas solo han empeorado ahora que Miguel es un adulto, pues exige que María cocine para él y le grita si ella no prepara los platos que le gustan. Frecuentemente, Miguel toma “prestado” el coche de María sin permiso y a menudo, fuma marihuana en su cuarto a pesar de ser una violación al contrato de alquiler que pagan sus padres. Miguel le dice a María que tiene más derechos que ella por ser ciudadano de los Estados Unidos y que si alguna vez intenta denunciarle ante las autoridades, ella será quien terminaría bajo arresto. María no puede soportar todo esto emocionalmente, sin embargo, siente que no tiene ninguna otra opción más que lidiar con el maltrato de Miguel hacia ella.  

Pero un día esto cambia.  

María estaba mirando TikTok cuando descubre un anuncio de Eagan Immigration. Una abogada de Eagan habla brevemente acerca de las auto-peticiones de VAWA y alienta a víctimas de maltrato a contactar con nuestra empresa para una consulta. Inicialmente María se siente escéptica. Después de todo, Miguel no es físicamente violento con ella ¿contaría entonces realmente como abuso? Además, ella había hablado con un abogado hace unos años quien le dijo que no había nada que podría hacer para cambiar su estatus, puesto que salió de los Estados Unidos por un mes cuando Miguel era adolescente. Finalmente, María dudaba debido a que vive en Texas y, aunque una búsqueda de Google le mostró que Eagan se encuentra en el estado de Virginia, ella decide ponerse en contacto de todas maneras. 

Tomar el primer paso: Ponerse en contacto. María llamó al número teléfono de Eagan Immigration y comenzó a hablar con una recepcionista, quien pudo contestarle fluidamente en español, su idioma natal. María se siente aliviada puesto que hablar por teléfono en inglés es a menudo difícil para ella. Inmediatamente se siente a gusto con la persona con quien está hablando y la recepcionista le explica cómo Eagan Immigration trabaja de manera completamente remota, es decir, no importa donde viva María, todo se puede hacer a distancia. 

Maria proporciona algunos datos principales, tales como su nombre, fecha de nacimiento, estado civil, cuándo y cómo vino a los Estados Unidos, y los nombres y edades de sus hijos. La recepcionista le asegura que antes de su consulta oficial, un abogado de Eagan revisará la información y analizará todas las vías posibles para obtener una ciudadanía.  

Unas semanas después, Maria tiene otra consulta con un miembro del equipo de Eagan Immigration, quien le explica a detalle el plan elaborado por los abogados para conseguir la aprobación de su petición. En este caso, parece que una auto-petición de VAWA basado en el maltrato de Miguel es la mejor opción para obtener un estatus. Sin embargo, María duda ¿Miguel necesita saber que le estoy acusando de abuso? ¿Esto le causaría problemas?  

Se siente aliviada cuando escucha que la respuesta a ambas preguntas es no, temía de la reacción de Miguel si llegara a enterarse de lo que está haciendo y, además, él todavía es su hijo y ella no quiere que se tenga algún tipo de problema con las autoridades. La represéntate de Eagan calmó sus miedos y le proporcionó entonces información directa sobre los precios y un posible plan en cuotas que le permitirá pagar su caso por partes con el paso del tiempo. De este modo, decide seguir adelante.      

El segundo paso: Dar información. Para continuar, María toma un día libre en su trabajo para enfocarse en las dos largas llamadas con uno de los estrategas de casos en Eagan y así contar su historia y proveer toda la información que el equipo de formularios necesita para llenar su papeleo.  

Inicialmente, María no espera con muchas ansías este paso, pues está un poco acostumbrada a esconder la manera en la que Miguel la trata, pero la estratega de casos es tan amable y simpática que, en poco tiempo, comienza a sentirse a gusto. Cuando se termina la entrevista, la estratega de casos le asegura que el equipo de formularios estará trabajando en sus documentos, mientras que el equipo de redacción estará usando sus propias palabras para escribir una declaración que cuente su historia de la manera más precisa posible. María cuelga la llamada sintiendo esperanza. 

Mientras espera por el próximo paso, se mantiene ocupada recogiendo los documentos que deben incluirse en su aplicación. Al principio, María asume que será una tarea complicada, pero en realidad, resulta mucho más sencillo de lo que ella pensaba. Comienza buscando documentos como su certificado de matrimonio, debe tomarse una foto con su celular, buscar recibos de electricidad donde aparezca su dirección, cartas de amigos y familiares que describan lo buena persona que es y, luego de tenerlo todo, lo envía a través del correo electrónico de Eagan Immigration. María recuerda también un mensaje de texto bastante cruel que recibió de Miguel recientemente, así que hace una captura de pantalla y añade eso a sus documentos.  

Al cabo de un mes, María es agendada para su siguiente llamada con el fin de repasar su declaración e información. Cuando llega el momento, reserva un poco de tiempo para concentrarse y poder hablar por teléfono sin interrupción.  

Al escuchar su declaración a través de la estratega de casos – quien hace pausas de vez en cuando para hacerle un par de preguntas que deben ser aclaradas – María se siente aliviada, pues la declaración no solamente cuenta su historia, sino suena exactamente como la contaría ella. Luego de esto, hace el pago de la tasa del gobierno y su caso es enviado al Servicio de Inmigración y Ciudadanía de los Estados Unidos (USCIS).  

Ahora solo hace falta esperar  

Manténgase atento a la 3era parte: ¡La espera de María valió la pena!